En 1971, cuando el proceso de integración racial obliga al consejo local a crear una sola escuela para blancos y negros, la esencia del fútbol se verá sometida a una prueba de fuego. Herman Boone llega desde Carolina del Sur para ocupar el primer puesto de entrenador de los T.C. Williams High "Titans", por encima de Bill Yoast, un entrenador con muchos años de antigüedad y una magnífica reputación. La prueba: ¿Dejarán que un negro suplante a un blanco al mando de un equipo de fútbol? Rivales en un principio, juntos tendrán una gran tarea que llevar a cabo, convertir a una pandilla de chicos agresivos y desorientados en adultos responsables y sensibles, y liberar a la ciudad de su intolerancia y prejuicios raciales. (FILMAFFINITY)
Dirección: Boaz Yakin.
País: USA.
Año: 2000.
Duración: min.
Interpretación: Denzel Washington (entrenador Herman Boone), Will Patton (entrenador Bill Yoast), Wood Harris (Julius Big Ju Campbell), Ryan Hurst (Gerry Bertier), Donald Adeosun Faison (Petey Jones), Craig Kirkwood (Jerry Rev Harris), Ethan Suplee (Lewis Lastik), Kip Pardue (Ronnie Sunshine Bass).
Guión: Gregory Allen Howard.
Producción: Jerry Bruckheimer y Chad Oman.
Música: Trevor Rabin.
Fotografía: Philippe Rousselot.
Montaje: Michael Tronick.
Diseño de producción: Devorah Evans.
Dirección artística: Jonathan Short.
Vestuario: Judy Ruskin Howell.Decorados: Anne Kuljian.
Reflexión:
Mas alla de la historia motivacional o de auto-superación, y que se trate de una pelicula tan gastada en ese argumento como lo es el racismo en Estados Unidos; y que por demás plagada de diálogos que intentan emocionar al espectador; encuentro varios principios subyacentes en esta película como: integridad y tolerancia.Y es que a partir de un grupo de jugadores descontentos y enfrentados, lograr formar un equipo dinámico de jugadores responsables (claro después de ir a un duro campamento); los jugadores no solo saben hacer pases y defender adecuadamente; hacen las "pases" y forman un tremendo equipo.
Es muy notorio que los mismos jugadores Wood Harris (Julius Big Ju Campbell) y Ryan Hurst (Gerry Bertier) a medida que aprenden a superar su propio fanatismo e indiferencia mutua, y toman conciencia de lo mucho que tienen en común (integridad, honor y ética laboral), comienzan a colaborar para, lograr objetivos. En realidad son la historia dentro de la historia.
En los mismos partidos se ve la fiereza y orden que logran Los Titanes, los jugadores deben integrarse sí o sí para ganar. Y esto los ayuda en la vida diaria a dejar de lado las diferencias raciales y lograr una mejor organización en el equipo.Sin embargo no todos están preparados y un equipo mixto causo un escándalo en el pueblo,pero durante el proceso también consiguen unir a una comunidad dividida, logrando que Virginia siempre recuerde a los Titanes.
Las familias de los jugadores lo lograrán más duramente y con el tiempo. Y mucho más tarde la sociedad de Virginia, que asiste conmocionada a la repercusión de los logros de sus Titanes y a la amistad entre los entrenadores.Claro que es comercial, debo admitirlo y hasta yo pague por verla en las primeras semanas que se estreno.
"No es una película sutil (...) Pero el fútbol americano no es un deporte sutil, y si 'Remember the Titans' es sensiblera, lo es sin inmutarse, incluso de forma generosa. (...) Las escenas de fútbol (...) aunque no te sacudan la mandíbula como 'Any Given Sunday', de Oliver Stone, a ratos te hacen ponerte las manos en el pecho, para ver si todavía tienes las costillas en tu sitio." (A. O. Scott: The New York Times)
Controversia:
El siempre excelente Denzel Washington encarna a un entrenador de fútbol americano, recién fichado, que se encuentra un equipo dividido por el racismo. Su loable empeño será hacer de sus muchachos un gran conjunto, con sentimiento de unidad, que no se mire por el color de su piel. Lástima que el "toque" Walt Disney se note en diálogos y escenas con obscena intención de emocionar al espectador, pues desmerecen una historia entretenida y bien contada, aunque totalmente previsible. (Pablo Kurt: FILMAFFINITY)
"Una lección cívica sobre la integración muy artística -y entretenida- disfrazada como una película familiar de las que levantan el ánimo." (Lou Lumenick: New York Post) "Penosamente vacía" (Peter Travers: Rolling Stone)
"Tan petulante y tan pagada de sí misma -parece que el equipo involucrado en el filme lo concibió como una lección cívica en lugar de una historia-, que han escrurrido toda la vida fuera de la película." (Stephen Hunter: The Washington Post)
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